LA CASA TOMADA 2

De una casa antigua en la que vivían dos personas, Irene y su hermano no era una casa simplemente, paso de generación en generación, guardaba los recuerdos de sus bisabuelos , el abuelo paterno, de sus padres y toda su infancia era muy antigua y enorme tanto que absorbía todo su tiempo, incluso llegaron a creer que ella no los dejó casarse, Irene rechazó a dos pretendientes mientras a su hermano se le murió su María Esther antes de comprometerse, llegaron a la edad de los 40 los dos solos como un simple y silencioso matrimonio de hermanos casados, les preocupaba que pasaría con la casa en caso de llegar a morir todo pasaría a las manos de sus vagos y esquivos primos se quedarían con la casa la echarían al suelo para enriquecerseIrene pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio tenía una gran destreza para eso, el sábado su hermano iba al centro a compra lana para Irene allá tenía fe en su gusto, el aprovechaba para dar una vuelta en la librería para ver si encontraba algunas novedades en la literatura francesa
Un día a él se le ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fue hasta la cocina cuando es cucho algo en el comedor la biblioteca. Se tiro contra la puerta y la cerro con el cuerpo no solo eso sino también corrió el cerrojo para más seguridad.
El corrió con Irene y le conto todo y le jigo, han tomado la parte del fondo.
Dejo caer el tejido
Y dijo tendremos que vivir de estelado
Los primeros días les pareció muy triste por dejaron muchas cosas que querían en la parte tomada.
Pero también tú vieron una ventaja. La limpieza se simplifico, Irene estaba contenta por tenia más tiempo para tejer, el pasaba mucho tiempo con Irene al principio ere divertido pero después solo ere la costumbre de estar juntos
De noche el sintió sed, antes de acostarse le dijo a Irene que iba hasta la cocina él es cucho un ruido; tal vez en la cocina o tal vez en el baño, el e Irene se quedaron escuchando los ruidos, la apretó del brazo la hiso correr hasta la puerta, y sin volver hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte cerro la puesta
-Irene dijo han tomado esta parte –
A él solo le quedo el reloj pulsera, vio que eran las once de la noche el tiro la llave a la alcantarilla. No fuese que algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera a la casa, a esa hora y con la casa tomada

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